jueves, 3 de abril de 2014

Que se los lleve ya la marea

Que suerte que ya no me recuerdes.
Tú aún sigues atrapado en mi hipocampo.
Era de noche y hacía demasiado frío.
Pero aún nos atraíamos y nos repelíamos como imanes.
Despiértame cuando el mundo cambie.
Despiértame cuando tú cambies.
Con luces incandescentes y sonrisas falsas.
Con emociones como montañas rusas a las que nunca subiré.
Perderme nunca me ha sabido tan mal.
No estoy solo aquí.
Aún me queda una pizca de lo que eras.
Pero me queda demasiado del mal que hiciste.
Eso es lo que me dice el corazón.
Hace eones que apagué la razón.
Y cuando suba la marea se llevará mi corona.
Y espero que también mis recuerdos y mis sentimientos.
Pero no me despiertes cuando te vayas, como siempre.
Sabes que no lo soporto.

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