martes, 8 de abril de 2014

De primero tenemos corazón

Te esperé en el embarcadero cada noche de invierno.
Los copos de nieve se deshacían entre mis lágrimas y la sal.
El olor a pescado podrido se mezclaba con el de mi corazón marchito.
Nuestro navío naufragado partido en tres trozos de madera inservible.
Quemamos los remos y nademos hasta la Antártida.
Caminemos bajo un sol impregnado en liquido inflamable para nuestros sentimientos.
Tal vez podríamos habernos salvado si no fuese por tu constantes idas y venidas.
No tenía ningún plan y no quería huir, olvidar, ignorar.
No, no soy tú.
Sin piedras dignas de llamar hogar ni hielo digno de llamar corazón.
La existencia siempre ha sido un cristal vacío en medio de una noche sin fin.
No escribí a mis vicios descubiertos por nuestras diferencias.
Ni una carta impregnada en planes que nunca se ejecutarán.
Te grité que me siguieras cuando nos perdimos entre aquella tormenta de arena y nieve.
Los aludes me enterraron entre miles de gargantas que te habían dicho lo mismo.
Supongo que tras los truenos llega la lluvia.
Contaba el tiempo entre tu reacción y tu acción.
Por desgracia no conseguí nada.
Todos los intentos tirados por tierra,mar y aire.
Y solo conseguí hacer una carnicería de mí mismo.
Mi corazón partido en trozos puestos en una bandeja de plata esperando a que lo degustes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario