viernes, 25 de abril de 2014

Cicatrices y moratones

Nunca he visto un vicio tan perfecto como tú.
Pasamos las noches en vela juntando los dedos.
Conexiones imperfectas tocando mi hipocampo.
Mapas incompletos sin tu presencia.
Nos besamos el alma bajo las mantas blancas.
Hablando al ventilador.
Viste mi alma llena de cicatrices y moratones.
Quería preguntarte qué ves cuando me miras.
Pero la valentía me falló aquella noche.
Ya estoy aquí.
No llores más.
Ya han pasado los días raros y la nieve no cae.
Mi espalda ya no tiene que soportar todo el peso gracias a tus abrazos.
Pero vienen más días raros.
Creo que no puedo dejarte ir.
La llave que llevo al cuello no abre más corazones.
Cuando tocas el mío la alarma se enciende.
Tal vez en aquellas inundaciones sea mejor nadar.
Mejor que las paredes ardan y que no se caigan sobre nosotros.
Lo que me hace seguir adelante en este camino lleno de polvo eres tú.
Sin bombas ni gravedad.
Dime qué ves.
¿Existe algo dentro de mi?
Dime qué ves.

jueves, 24 de abril de 2014

Preguntas sin respuesta

Si tú me querías ¿Por qué te fuiste?
Ya son demasiadas noches.
Si tú me querías ¿Por qué dejaste mi cuerpo sin corazón?
Ya son demasiados meses.
Si tú me querías ¿Por qué rompiste mi corazón?
Con el corazón en la mano.
¿Por qué si yo te quiero no sirve de nada?
Morado.
¿Por qué no quiero a nadie más?
Con respiración asistida.
¿Por qué me alejé de ti?
No encontraré a nadie más.
¿Por qué no supiste leer entre líneas?
¿Por qué tienes tantos defectos?
¿Por qué eres tan simple?
¿Por qué no escogí mi segundo plan?
En el laboratorio me han dicho que no pueden borrar los recuerdos.
Que lo que empieza no acaba.
Y que en donde hubo fuego hay cenizas.
Pero la ceniza no dibuja un camino hacía tu pecho.
Y estoy.
Y estoy demasiado triste para avanzar.
Aún no he muerto y quiero ver la luz.
Deshacerme de todas tus mentiras y entrar en mi armario.
Entre pieles y tejidos que desconozco desapareceré.
Sí, lo haré.
En el agujero de mi corazón.
En el agujero que me lleve a mi país soñado.

miércoles, 23 de abril de 2014

Nada que decir

No me quedan fuerzas ni sangre para seguir escribiéndote maldito miserable.
Ni el relámpago más fuerte te advirtió de mi caída.
Me escapo entre las nubes de aquella tormenta.
Me has perdido.
Te lo escribí en miles de estelas centrifugadas.
Ya sé que tú me has olvidado.
Pero yo no puedo disimular la tristeza que siento.
El futuro no existe en tus brazos ni en mis costillas.
Necesito inspiración que se ha ido con aquel tren que me llevó hasta tu pelo.
Estoy cansando de recordar el pasado y fingir que no tengo miedo del futuro.
Me arrancaste literalmente el corazón del pecho y lo pisaste.
Me dejaste una armadura que ya no te protege nada más que mi tristeza.
La piel se cae a trozos y se pierde con mi cerebro.
¿No crees que eres muy cruel?
Solo tengo alas en mis sueños y tú solo eres una distracción dolorosa arañándome el alma.
No te preocupes por mí, cobarde.
Solo fui un necio entregándole todo lo que sabía dar a alguien que no lo merecía.
Hubiese escondido un último pedazo dentro de mí.

lunes, 21 de abril de 2014

Vida anterior

Vida anterior.
Tengo que asumir de una vez por todas que nunca fui tu canción favorita.
Mis manos pasaban por tu pelo sucio.
Podía ver el frío en tus ojos y la capa de escarcha que te rodeaba.
Quiero volver a desinfectarme de tu dolor.
Espantar a la luz tenebrosa sin temblar cada segundo.
Y tal vez tú seas el príncipe de mi castillo de cristal.
Esta tristeza me acompañaba allá donde vaya.
No como tú.
Nuestro amor es demasiado raro.
Siempre que me grita voy a su encuentro.
Quiero ser como antes.
Contagiando a todo el que me toca.
Que todos me miren mal.
Tal vez fue mi enfermedad.
Tal vez fue tu indiferencia.
No te limpies la cara.
Vulgar asesino de corazones sin coraza.
Quiero ser como antes y no me da miedo admitirlo.
Vete de mi corazón ya.

domingo, 20 de abril de 2014

Te acompañé y te fuiste

Yo nunca te quité la maleta.
Te acompañe día a día.
Sangre negra manchando nuestros dedos.
No, por favor déjame hablar.
Esta es la forma que tengo de sentir el miedo.
Todo lo que quiero es caminar sobre el mar.
Flotar entre árboles que has quemado y tocar sus cenizas.
Nos convertimos en polvo demasiad rápido.
Más rápido de lo que consume el oxigeno una vela.
Nunca te dije lo que necesitaba de ti.
Y ahora el otoño se ha acabado.
Sigo siendo el mismo.
Y tengo los mismos miedos.
Yo nunca te quité la maleta.
Te acompañe día a día.
Pero estuve solo mucho tiempo.
Todo este río de pensamientos y falsas esperanzas me arrastra.
Por favor nunca te vayas de mi cama.
Quiero verte cuando despierte.
Caigo y recaigo cuando me dejas solo.
No te burles de mi.
Mis sentimientos son serios.
Pero el invierno ha terminado.
Y no sé si volverá algún día.

sábado, 19 de abril de 2014

Verdad y reproche

¿Quieres estar con alguien como yo?
Busco la transparencia que tú no supiste ofrecerme.
Las mentiras, aunque con apariencia de cristal hacen daño al romperse.
He roto todas nuestras tazas de té.
Todo lo que quiere este palacio es liberarse.
Y yo quiero buscar los sueños que no tengo en otra parte.
Invoca las ganas que perdí al hacerte cada vez más feliz.
Nunca me verás más por una pantalla.
Tengo este sentimiento.
Se está haciendo difícil demostrarlo.
¿Me echas de menos cariño?
¿Tu corazón está en llamas?
¿Estás ya loco?
Porque yo estoy solo, cariño.

viernes, 18 de abril de 2014

Cansancio mastodóntico

Estelas de aviones y plumas de palomas asesinadas.
El ven que tú siempre llegas tarde.
Cansancio mastodóntico es lo que siento al esperarte.
Veo el amanecer en tus ojos.
No quiero que seas alguien diferente.
Pero tú siempre llegas tarde.
No te vayas y quédate a ver como las nubes lloran.
Espera un momento.
No estoy sobre las nubes esperando tu llamada.
Jamás disimules conmigo.
Ya son cuatrocientos treinta y dos días sin dormir.
Sin que nuestras manos se unan formando sombras chinas.
Siendo arrastrado por el viento más gélido y desolador.
Te esperé valiente. Sin apartar la vista de la pantalla.
Algún día quizá me digne a perdonarte.
No quiero llorar al verte feliz sin mí.
Sin conocer cada rincón de tu otoñal corazón.
Pero me resulta tan difícil transmitir lo que creo.
Tu refracción sentimental unida con la mía crearon precipicios.