martes, 15 de abril de 2014

Bombas indiferentes

Las bombas que tiraste desde tu indiferencia han dado a mi corazón.
No te cubras de joyas ni pienses que ahora eres la mejor persona del mundo.
Tienes mucho dolor y daño que no cargas en tu espalda.
Vivo en las ruinas de mi castillo de cristal esperando a que vengas a rescatarme.
Quiero que te cortes con ellas y sangres tanto como está sangrando mi pecho.
Estoy buscando nuevas influencias.
Algo que haga que el sol dirija su benevolencia hacia los cristales y me libere.
El camino hubiese sido largo pero seguro que te hubiese gustado.
Di tus ultimas palabras porque tú y yo vamos a morir pronto.
Podía verlo aunque se me hubiesen clavado miles de cristales en los ojos.
En cambio tú no viste nada de lo que sucedió.
He visto tu pasión por ignorar cualquier emoción y sentimiento.
Cariño, hoy hemos nacido para morir.
Ya no podremos prenderle fuego a la lluvia.
Pero sí a mis lágrimas.
Es la temporada de raparse la cabeza y sacarte de ella.
Tal vez te reíste de mí y mis sentimientos.
Y todas estas cicatrices ahora están en mi corazón.
Viajaremos en cohete hasta la luna y te abandonaré allí.
No creo que sientas lo mismo que yo.
Tú no tienes sentimientos.
No miraré hacia atrás cuando me vaya.
Siente como comienza.
Siente como me voy sin pensar antes en tus sentimientos.
No, no me voy a quedar contigo.

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