sábado, 22 de marzo de 2014

No es cuestión de confianza

Con mis suspiros creé huracanes de tristeza.
Envuelto en miles de minutos de silencio.
De tu silencio.
No es cuestión de confianza.
O tal vez sí.
Es una perdida de tiempo tras otra.
Te quiero.
Te quiero a ti.
Un ruido constante inundaba mi habitación.
Era mi cabeza pensando en todo lo que había pasado.
Ahora no significará nada para ti.
Un incordio, un picor, una mancha.
No me quedan lágrimas para llorarte.
Y a ti no te queda corazón para comer.
Hoy es una noche oscura y solitaria.
Llena de ruido y agujeros en el pecho.
Te mostré mi verdadera cara.
Te abracé y sentí tu dura espalda.
Eres más que nadie.
Eres más que un recuerdo que ahora parece lejano.
Eres más que unos labios imperfectos.
Pero no eres más que mi decepción.
Y no eres más que todo el silencio entre nosotros.
Traiciones que no te conté.
Promesas que no hicimos.
Botellas rotas sobre mi cabeza.
No volvieron a ser las mismas.
Mi cabeza tampoco.
La discriminación de mi alma.
Y un filo de un cuchillo.
Hiciste tanta mella en mí.
Que rompiste con todo.
Hasta contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario