viernes, 21 de febrero de 2014

Mala persona

Corriente abajo con los salmones.
Tardes púrpura escondidas entre montañas.
Eres mi piedra atada al cuello.
Miradas fijas clavadas a tu espalda.
Jamás vas a admitir que eres una mala persona.
Pero ambos lo sabemos.
Una capa de asfalto sobre mis dedos.
Mi cuerpo hipotérmico buscándote en el fondo.
Evaporación.
Aludes interiores.
Suposiciones exteriores.
Secretos como carámbanos.
Cobardía o mala suerte.
Al revés.
De fin a principio.
Las conspiraciones nunca fueron lo mío.
La anestesia solo duró tres días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario