lunes, 3 de febrero de 2014

Luz del faro

Abrígate hasta la cabeza y no te quedes mirando por la ventana.
Tu viejo amigo hace tiempo que se apagó.
La luz del faro.
Venia cada noche como un vampiro.
Iluminando tu pelo color naranja.
Tanto que parecía que tu cabeza iba a arder de un momento a otro.
¿Has vuelto a visitar al faro?
Sabes que no puedes entrar.
Que hay rocas y olas.
Pequeño fantasma que asola mi fría habitación.
Ilumíname como antes lo hacías.
Apunta a mi pecho.
Ilumina mi corazón.
Y desata este ancla que no para de hundirme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario